domingo, 18 de abril de 2010

Y UNO APRENDE........

Después de un tiempo uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar el alma, que el amor no significa recostarse y una relación no significa seguridad...

Y uno empieza a aprender que los besos no son contratos y los regalos no son promesas; y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.

Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes..., y los futuros tienen una forma de caerse a la mitad.

Y después de un tiempo uno aprende que si, es demasiado hasta el calor del sol quema, que hay que plantar su propio jardín y decorar su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno vale, y uno aprende y aprende...

Y con cada adiós uno aprende.

Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.

Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.

Con el tiempo te das cuenta de que si estás aliado de esa persona sólo por compañía a tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.

Con el tiempo te das cuenta de que los amigos verdaderos valen mucho más que cualquier cantidad de dinero.

Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados y que el que no lucha por ellos, tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste durante toda la vida.

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.

Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.

Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.

Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba ya no tiene ningún sentido.

Pero desafortunadamente... ¡Sólo con el tiempo!

miércoles, 14 de abril de 2010

OÍTES TOLA, ¿POR QUIEN VAS A votar?

En estos tiempos electorales se dice y sobre todo, se escribe de todo.
Quiero compartir un texto de ese par de señoras paisas con paraguas ( o serán sombrillas), que me parece bastante hilarante.
Les dejo entonces con Tola y Marjua de cara al debate por la Presidencia de la República.

— ¡Tola!, ¿vos vendites tu voto?
— ¡Chito! El escándalo es el que mata… No lo vendí por metalizada sino porque con tantos candidatos es más fácil venderlo que escoger.

— El colmo… Por eso estamos como estamos, porque elementas como vos se venden por un plato de lentejas.
— Ningún plato, fue en efectivo… Chan con chan.
— Pero Tola, hay candidatos hasta pa tirar de jura: buenos, regulares, malos y del PIN.
— Te cuento Maruja que voy a votar pa Senado por la esposa de un parapolítico y pa Cámara por el hijo de un narcopolítico.

— Pero Tola, ¿cómo se te ocurre votar por ellos? ¿No sabés querida que esa gente es un peligro?
— Pues Maruja, precisamente lo hago por el bien del país: Esa pandilla es mejor tenerla reunida en el Capitolio… Yo duermo más tranquila sabiendo dónde están… Los candidatos honestos me dan desconfianza porque si no van a robar quién sabe que otras intenciones esconden.

— ¿Y en la consulta goda por quién vas a votar?
— Por Uribito, que está proponiendo declarar a los ricos patrimonio de la humanidá.
— Deberías votar mejor por Noemí, que tiene una propuesta muy galleta pa' incluir el bótox en el POS… O por don José Gagá, eh Galá, que propone que los asilos hagan descuentos pa' la tercera edad.

— Te voy a ser franca, Maruja: Noemí me parece una mujer muy preparada… No sé preparada pa' qué, pero preparada… Mas sin embargo no la veo de Presidenta por la sencilla razón de que las mujeres no le deseamos ese mal a ninguna congénera.
— Entonces votá en la consulta del Partido Verde.

— ¿Sabés que no me chocan Los tres chiflaos? Peñalosa me parece una lámina de hombre, tan alto que le entran todas las señales de celular… Y tiene ideas fabulosas como esa de aprovechar el hollín del Trasmileño pa' fabricar papel carbón.
— A mí el que me fascina es Mockus, que propone… Bueno, no se le entiende qué propone pero debe ser una propuesta la maravilla y en todo caso más barata que la guerra.
— Y me supongo que la propuesta de Lucho debe ser la de quitar la Ley seca.
— Es que la Ley seca en votaciones perjudica a muchos candidatos… O decime: ¿quién vota en sano juicio por Moreno de Caro?

— Ole Maruja, ¿y qué te parecen los candidatos a vicepresidentes?
— Todos me gustan… Empezando por esa muñequita tan divina, la fórmula de Vargas Lleras, una mujer capacitada pa' reemplazar a Germán cuando él se sienta discapacitado.
— Santos también escogió muy bien su vice porque él necesitaba equilibrar con una cara linda… Y Fajardo supo balanciar su imagen con un compañero motilado.
— Todos acertaron, hasta Petro… Y Pardo metió un golazo eligiendo al jayán de Aníbal, tan paisa como Uribe, pero mejor relacionado.

— Ajualá hoy le vaya muy bien a mi partido el PIN, que tiene propuestas tan excelentes como esa de que todos los colombianos tengamos techo pa' poder pedir la casa por cárcel y que todos tengamos derecho a una celda con posibilidá de ampliación.

— Ve Tola, cambiando de tema, ¿cómo te pareció la de los chavistas que le pusieron a una biblioteca pública el nombre de Tirofijo?
— Colombia se debería desquitar y ponerle el nombre de Hugo Chávez al manicomio.
— ¿Y al fin Uribe ya dijo el nombre del gobierno extranjero que está apoyando a un candidato colombiano?
— Nada… Solamente soltó que le están mandando un poconón de bolívares… Nos dejó en ascuas.

domingo, 4 de abril de 2010

Elogio a la mujer brava

Hoy quiero compartir un texto de uno de mis escritores preferidos. Aunque nos incomode o descoloque un poco hay que leerlo con tranquilidad.

A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la población masculina, nos molestan las mujeres de carácter áspero, duro, decidido. Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías, brujas, viejas, traumadas, solteronas, amargadas, marimachas, etc. En realidad, les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles pagar muy caro su desafío al poder masculino que hasta hace poco habíamos detentado sin cuestionamientos. A esos machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden.

La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de prepotencia y por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la boca. Una mujer bonita que no discuta, que sea simpática y diga frases amables, que jamás reclame, que abra la boca solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas. Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros. Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que salen por televisión, al final de los noticieros, siempre a un milímetro de quedar en bola, con curvas increíbles (te mandan besos y abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera disposición, en apariencia como si nos dijeran “no más usted me avisa y yo le abro las piernas”, siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas, que requieren más tiempo y se quedan a medias).

A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan y por eso seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo den fácil y no pongan problema. Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten, regañan, contradicen, hablan y sólo se desnudan si les da la gana. Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio y de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más iniciativa y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos.

Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se dejan mantener, que es otra manera de comprarlas, porque saben que ahí -y en la fuerza bruta- ha radicado el poder de nosotros los machos durante milenios. Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos señalen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve posible una relación entre iguales, en la que nadie manda ni es mandado. Como trabajan tanto como nosotros (o más) entonces ellas también se declaran hartas por la noche y de mal humor, y lo más grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dará rabia, ya no las veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican) y tienen todo el derecho de no serlo.

Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras (mirémonos el pecho también nosotros y los pies, las mejillas, los poquísimos pelos), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero son sabias para vivir y para amar y si alguna vez en la vida se necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia útil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser más felices, ellas te lo darán, no las peladitas de piel y tetas perfectas, aunque estas sean la delicia con la que soñamos, un sueño que cuando se realiza ya ni sabemos qué hacer con todo eso.

Los varones machistas, somos animalitos todavía y es inútil pedir que dejemos de mirar a las muchachitas perfectas. Los ojos se nos van tras ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo que hacia allá nos impulsa, como autómatas. Pero si logramos usar también esa herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más sensatos y racionales, si nos volvemos más humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que exigen, trabajan, producen, joden y protestan, son las más desafiantes y por eso mismo las más estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos, o en coitos precipitados seguidos de tristeza. Esas mujeres nos dan ideas, amistad, pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida larga y de conocimiento.

Vamos hombres, por esas mujeres bravas!!!!!!!!!
Por Héctor Abad Faciolince