viernes, 31 de diciembre de 2010

Feliz 2011

Este año Nuevo debe ser muy valiente para atreverse a llegar a pesar de estar las cosas como están. Lo espero con los brazos abiertos.

A todos ustedes, quienes me han acompañado de uno u otro modo en este devenir diario, mis sinceros deseos porque este Nuevo Año puedan encontrar la prosperidad, la salud y la felicidad que anhelamos. (Si desean algo mas, siempre queda la opción de buscarlo en Google ;-) )
Un abrazo de pura vida y Gracias Totales.

Feliz Año 2011

jueves, 16 de diciembre de 2010

LA CULPA NO ES DE LA VACA, PERDON..

Hoy quiero compartir con ustedes el texto que me ha hecho llegar Juan Carlos Gómez, un buen amigo cartagenero, sobre la trágica situación de la ola invernal.

LA CULPA NO ES DE LA VACA, PERDON..

Hoy me levanto con las mismas noticias sobre inundaciones y nuevos pueblos que se suman a la lista de familias con necesidades básicas insatisfechas, producto de que el agua les llega al cuello. Pero estas noticias a uno lo pueden cansar porque las necesidades de la gente son más valiosas que cualquiera otra situación superflua que también moja noticias en los medios de comunicación. Este panorama de compatriotas definitivamente conmueve a cualquiera.

Pero lo que si me cansa y me da rabia es saber que gran parte de esta tragedia o de sus consecuencias, que dicen que está provocada por la ola invernal, yo me resisto a creer que así sea del todo. Es decir, la culpa no es de la vaca, perdón, la culpa no es del invierno totalmente, y tampoco del río totalmente.

Para el caso parroquiano, más cercano a nosotros, el rio Magdalena siempre ha estado allí, con sus cauces naturales, llevando agua por donde pasa luego de recorrer el país por miles de Kilómetros.

Este país ha estado de espaldas al río, a cuidarlo y solo cuando ocurren inundaciones es que se preocupan por él. Cuanta basura no tendrá el río en su fondo, cuanta basura no vemos transitar por sus aguas, cuanto millones de metros cúbicos de sedimento obstaculizan su paso, y después cuando llueve y hay inundaciones le echamos la culpa a la ola invernal...y al río. Si cuando se muere un burro es más fácil echarlo al río que enterrarlo, si es mejor el escaparte viejo echarlo al río, si el colchón inservible es mejor lanzarlo al río para que sea cama de peces…y muchos ejemplos más.

Cuantas casas son construidas (se dejan construir) en zonas de alto riesgo, algunas imposibles para construir; y después cuando se caen con una lluvia le echamos la culpa a la ola invernal.

Siempre que llueve un poco más de la cuenta se desnuda nuestra incapacidad y poca preparación para prevenir de verdad los llamados desastres. Los desastres a veces no son tanto desastres como tal sino que el impacto que tienen es mayor o menor dependiendo de donde ocurran, y de la preparación para afrontarlos; y en el mejor de los casos ser tan previsivos que evitarían que sucedan, entonces simplemente no hay desastre.

La naturaleza está allí para que la cuidemos, no para que le hagamos daño, el mar, los ríos, los animales son parte de la naturaleza, nosotros los seres humanos somos parte de la naturaleza; cuando a la madre tierra se le hace daño, cuando a los ríos se le obstaculizan sus cauces naturales sin ningún tipo de permiso y sin darle alternativas, tarde o temprano nos cobra ese daño que le hacemos.

Muchos atentados contra la naturaleza, muchos de ellos permitidos bajo el soborno, el ¿cómo voy allí? y lo haces, hechos muchos por la ambición del dinero, el interés particular de unos cuantos; aunque con el paso de los años cuando la naturaleza cobra sean llantos de niños, vidas de niños, mujeres que salen angustiadas en una huida para salvar la vida de sus hijos, incremento de la pobreza….y otras acciones de sobrevivencia a la tragedia…..que ese gesto años atrás por seres que eluden la justicia terrenal usando todo tipo de argucias, que se vuelven invisibles a los hombres y mujeres, pero que nunca lo serán para DIOS o seres divinos superiores. ¡Leyes divinas a las que ni el más vivo de los vivos en la tierra escapa¡

Hoy el Presidente Juan Manuel Santos invita a la reconstrucción del país. Y es cierto hay que reconstruirlo.

Que esa reconstrucción no sea solo la material, la de viviendas, escuelas, iglesias, templos, cementerios; pueblos nuevos; porque algunos desaparecerán, sino que también se tenga en cuenta la reconstrucción moral, la de las buenas costumbres, la del amor, la del respeto a la vida del otro, la del respeto a los niños. Esa misma que se invita a conmemorar en navidad.

Basta que ustedes oigan por ejemplo un noticiero de la mañana de radio, (a veces los de TV no dicen muchas cosas, o porque tienen menos tiempo…) a veces los de las cadenas, -y en los locales también a veces salen ejemplos- para que escuchen allí noticias donde abunda la contratitis, el soborno, la alta comisión, constructores ilegales, constructores legales que también engañan, y algunos luego que estafan se van del país a gozarse lo que se cogieron, la nómina paralela, el robo al erario público, plata que sale de tus impuestos y se las robaaaan, eso ahora le llaman corrupción (nombre bonito) yo le llamo ROBO. Esto y mucho más es también parte de la reconstrucción moral del país. Así que es bueno que tengamos en cuenta esto. Incluso primero esto que lo otro.

Trajeron unos técnicos de USA para que nos asesoraran, con experiencia en el Katrina, en el desastre de Nueva Orleans. Aquí también los hay (muchos de los informes técnicos son desestimados para darle paso a otros intereses) y uno de esos técnicos dijo (en Caracol radio, en la mañana de ayer) que en el sobrevuelo que hizo por el departamento del Atlántico pudo ver como el río Magdalena tiene obstruido en varios sectores su cauce natural, que a simple vista eso se ve; y que simplemente el rio está recobrando lo suyo.

Me resisto a creer que la culpa sea de la ola invernal totalmente, temo que no se haya dicho toda la verdad del origen de esta tragedia, que toma en nuestro medio ribetes de Diluvio como el del Génesis de la biblia, no siéndolo, no le llega ni a amarrarle los cordones de los zapatos.

Muy agradecido con ustedes por leer esta opinión.

Juan Carlos Gómez

sábado, 4 de diciembre de 2010

El uso correcto de Halla / Haya / Aya

La mayor parte de los hispanohablantes pronuncian estas tres palabras de la misma forma, ya que está muy generalizada la pérdida de la distinción de los sonidos que representan las grafías ll e y. Pero conviene distinguirlas adecuadamente en la escritura:

a) Haya

Puede ser un verbo o un sustantivo:

Como verbo, es la forma de primera o tercera persona del singular del presente de subjuntivo del verbo haber. Con este valor se utiliza, bien seguida de un participio para formar el pretérito perfecto (o antepresente) de subjuntivo del verbo que se esté conjugando (haya visto, haya mirado, etc.), bien como verbo de una oración impersonal:

"Espero que Luis haya aprobado."
"No cree que el niño se haya vestido solo."
"Quizá haya algo que podamos hacer."

Si estas oraciones se expresasen en otro tiempo verbal, la forma haya sería reemplazada por otra forma del verbo haber:

"Esperaba que esta vez Luis hubiese aprobado."
"No creía que el niño se hubiese vestido solo."
"Quizá habría algo que pudiéramos hacer."

Como sustantivo, es femenino y designa un tipo de árbol:

"Hay que podar el haya del jardín."
"Se sentó a la sombra de una frondosa haya."

b) Halla

Es la forma de la tercera persona del singular del presente de indicativo, o la segunda persona (tú) del singular del imperativo, del verbo hallar(se), que significa ‘encontrar(se)’:

"No sé cómo lo hace, pero halla siempre una excusa perfecta para no ir."
"La sede de la organización se halla en París."
"La flora se halla constituida por diferentes especies."
"Halla la hipotenusa del siguiente triángulo rectángulo."

Obsérvese que en estos casos la palabra halla se puede sustituir por la forma encuentra:

"No sé cómo lo hace, pero encuentra siempre una excusa perfecta para no ir."
"La sede de la organización se encuentra en París."
"La flora se encuentra constituida por diferentes especies."
"Encuentra la hipotenusa del siguiente triángulo rectángulo."

c) Aya

Es un sustantivo femenino que significa ‘mujer encargada en una casa del cuidado y educación de los niños o jóvenes’:

"Aún se acordaba del aya sabia y cariñosa de su infancia."
"La vieja aya seguía llevando a los niños al parque."


Porque ¡¡¡Leer Libera !!!