domingo, 17 de mayo de 2009

Murio Don Mario Benedetti

Quiero rendir un pequeño homenaje a Mario Benedetti, autor uruguayo fallecido hoy. Es uno de mis autores preferidos. Admiraba su capacidad de convertir lo cotidiano en poesía.

Once

Ningún padre de la iglesia
ha sabido explicar
por qué no existe
un mandamiento once
que ordene a la mujer
no codiciar al hombre
de su prójima.

La buena tiniebla


Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera un resplandor que da confianza
de modo que si sobreviene
un apagón o un desconsuelo
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda.

entonces las paredes se acuarelan
el cielo raso se convierte en cielo
las telarañas vibran en su ángulo
los almanaques dominguean
y los ojos felices y felinos
miran y no se cansan de mirar.

una mujer desnuda y en lo oscuro
una mujer querida o a querer
exorciza por una vez la muerte.


Hagamos un trato

Compañera
usted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo

si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo

si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo

pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted

es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.


miércoles, 13 de mayo de 2009

Leer Libera: Entrega XXIV. (La peste)



En los tiempos que corren, creí oportuno buscar en mi biblioteca de ebooks cuales textos tocaban el tema de moda: Epidemia de influenza A (H1N1). En mi búsqueda, encontré entre otras, una excelente novela sobre la situación provocada por una epidemia: La peste de Albert Camus. Este es el texto que hoy quiero compartir.

De mis pesquisas puedo concluir que es claro que las enfermedades, epidemias y pandemias han contagiado irremediablemente a la narrativa. Desde la Biblia, que da fe de las primeras menciones de la peste. Con la aparición del Cuarto Jinete en el libro del Apocalipsis, descrito por San Juan en su destierro delirante de la isla de Patmos, las epidemias han sido un tema constante en la literatura. Hoy, ante la amenaza de una posible pandemia, la gente vuelve los ojos al pasado, a ver cómo se ha enfrentado el hombre a antiguas plagas en la realidad y la ficción.

Se sabe que la epidemiología es el "tratado de las epidemias" y que las epidemias son "enfermedades que se propagan durante algún tiempo por un país -o una región o varios países- dañando o matando a gran número de personas". Me tomé la libertad de modificar la definición del Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española (DRAE), porque sólo habla de "país" y utiliza la palabra "acometiendo", la cual me parece inadecuada; opté, con toda modestia, por los términos dañando o matando.

Dice Susan Sontag, en un texto que ya les envié antes, que “la enfermedad es el lado nocturno de la vida, una ciudadanía más cara. A todos, al nacer, nos otorgan una doble ciudadanía, la del reino de los sanos y la del reino de los enfermos. Y aunque preferimos usar el pasaporte bueno, tarde o temprano cada uno de nosotros se ve obligado a identificarse, al menos por un tiempo, como ciudadano de aquel otro lugar

En estos días, viajar con pasaporte mejicano es equivalente a viajar con pasaporte de “enfermo”, independientemente de nuestro estado de salud. Más allá de toda razón médica o científica, hemos visto desatarse en países como China, Argentina, Francia, Chile, España, Ecuador e incluso Cuba, lo que Sontag denominó “las fantasías punitivas o sentimentales que se maquinan sobre ese estado” (real o imaginario).

Apuntó también la autora de El sida y sus metáforas: “Basta ver una enfermedad cualquiera como un misterio, y temerla intensamente, para que se vuelva moralmente, si no literalmente, contagiosa (...) El contacto con quien sufre una enfermedad supuestamente misteriosa tiene inevitablemente algo de infracción; o peor, algo de violación de un tabú.” A lo largo de la historia, la constante que se deriva de dichas fantasías es la segregación, el rechazo tácito o forzado, el linchamiento físico o social. No es sino recordar la suerte de los leprosos, tuberculosos, convivientes con VIH, etc.

Afortunadamente, los medios de comunicación en Colombia, en un arrebato de cordura, tan poco frecuente en ellos y en medio de la vorágine informativa acerca del virus A-H1N1, han decido no revelar la identidad de los pacientes contagiados para protegerlos del ataque y discriminación por parte de sus vecinos los cuales muchas veces ignoran los alcance del contagio. No ha pasado así en China, donde la identificación de las personas contagiadas ha provocado situaciones que rayan en la histeria colectiva.

La literatura ha sido prolífica sobre el tema de las epidemias y la mortandad que causan. Y en las obras que lo abordan o aluden, un aspecto central o subyacente es precisamente (por miedo fundado o infundado) el de la marginación de los enfermos y el enaltecimiento y salvación de los sanos.

Es abril de 1944, en una ciudad llamada Orán aparece una extraña plaga de ratas, que brotan de la tierra para morir en las calles. El doctor Rieux observa el fenómeno, es el primero en relacionarlo con el deceso de su vecino monsieur Michel, que muere repentinamente de una simple fiebre. El doctor decide investigar con la ayuda de otro médico, Castel; éste identificará a las ratas como portadoras del mal transmisible a los humanos.
Lo anterior es parte de la trama de la novela La Peste, de Albert Camus (1947), la cual es considerada una de las obras más importantes dentro de la literatura universal, que aborda el tema de las epidemias en la humanidad.

En medio de la confusión y el desconocimiento que hoy nos agobian frente al virus A-H1N1, esta obra nos permite observar las conductas y reacciones tanto de las autoridades sanitarias, la iglesia y de la propia sociedad ante a una crisis epidemiológica que parece rebasar todas las acciones emprendidas por el hombre para contenerla. Una reflexión muy acorde con lo que vivimos hoy ante el brote de la influenza.

En la novela, convertida la peste en un problema de salud pública, la burocracia se niega declarar zona de emergencia, mientras que la Iglesia, a través del reverendo Paneloux, dice que la epidemia atacará sólo a aquellos que no son dignos del reino de Dios.

Lo anterior nos permite darnos cuenta de las diversas maneras de pensar de la colectividad, no muy lejanas a las se da con los rumores y la desinformación ante la epidemia que padece hoy el mundo y que se inicio en Méjico. Que si las autoridades son oportunas y eficaces, que si todo es solo una cortina de humo ante una difícil crisis económica o que hay otra realidad que la población ignora. Hasta se ha llegado a hablar de armas biológicas. Las versiones surgen mientras la epidemia continúa.

Ya en su historia, Albert Camus, narra cómo finalmente se cierran las puertas de la ciudad y se ven separadas muchas familias. De esta manera sobreviene lo que en esta ocasión la OMS trata de evitar a toda cosa: un súbito exilio aletargado e insoportable, el cierre de fronteras, el desvío de las rutas navieras y aéreas, la caída del comercio, el alza de precios y la inactividad de los habitantes. Batalla pérdida hasta ahora: China mantuvo en cuarentena a nacionales mejicanos, Colombia no permite jugar un partido de fútbol a dos equipos mejicanos, el gobierno de Méjico tuvo que fletar un vuelo charter para repatriar nacionales que eran rechazados en países europeos, entre otros etcéteras.

Y en ese opresivo ambiente, narrado por Camus, se amontonan los muertos, la gente vive doblegada al mal y casi un año después de iniciada, la peste cede sin que se encuentre la cura. Cuando el júbilo del pueblo estalla al verse libres, Rieux reflexiona dejando la advertencia de que el “bacilo no muere ni desaparece, dormirá durante decenios en muebles, en la ropa, y puede llegar el día en que la peste, para la desgracia de los hombres, despierte a sus ratas y las mande a morir en una ciudad dichosa”.

Podemos decir que con “La Peste” de Albert Camus, las historias son cíclicas, parecidas a la realidad, no muy alejadas de la ficción. Una historia que hoy nos queda a la medida y nos hace pensar en la manera en cómo la desesperación, el miedo y la poca prevención previsión e información, puede poner a la humanidad contra la espada y la pared.

A disfrutar pues.

Nos leeremos


Omar Sierra


El Autor


Albert Camus (Mondovi, 7 de noviembre de 1913Le Petit Villeblevin, Francia, 4 de enero de 1960) fue un novelista, ensayista, dramaturgo y filósofo franco-argelino.

Desarrolló en su muy diversa obra un humanismo fundado en la concienciación de lo absurdo de la condición humana. En 1957 se le concedió el Premio Nobel de Literatura. La novela La caída había sido publicada el año anterior, pero el comité Nobel citó sus escritos en contra de la guillotina.

Entre sus obras tenemos:

· Bodas (Noces) (1939)

· El extranjero (L'étranger) (1942)

· La peste (La peste) (1947)

· La caída (La chute) (1956)

· El exilio y el reino (L'exil et le royaume) (1957)

· Calígula (Caligula) (1944)

· El malentendido (Le malentendu) (1944)

· Estado de sitio (L'état de siège) (1948)

· Los justos (Les justes) (1950)

Tomado de: http://es.wikipedia.org/

jueves, 23 de abril de 2009

Día del Idioma


No quiero dejar pasar la celebración del día del idioma, por eso comparto esta caricatura de Matador.

Leer Libera: Entrega XXIII. (Las venas abiertas de America Latina)


Hola. Tomando como excusa la conmemoración del Día del Idioma, estoy retomando de nuevo mi modesta cruzada personal de promoción de la lectura: Leer Libera. Esta vez, desde otro correo electrónico, (el de Hotmail) porque lamentablemente hubo algunas restricciones para el envío de este tipo de mensajes desde mi cuenta de Uninorte. Espero esta vez, ya superados los inconvenientes técnicos, poder hacer los envíos de manera más regular, y asegurar así la continuidad de este ejercicio epistolar, tan caro para mí.
He decidido compartir en esta ocasión, un texto de un autor que les había presentado en la entrega VI de Leer Libera. Se trata del escritor uruguayo Eduardo Galeano. Esta vez, con un libro menos amable que aquel “El futbol a Sol y sombra” y más cercano al pequeño escrito titulado “Los nadies” que ya Uds. conocen.
El libro del que les hablo es “Las venas abiertas de América Latina” que fue escrito en español por Galeano en 1971. El texto es un ensayo con crónicas y narraciones, que dan pruebas del constante saqueo de recursos naturales que sufrió el continente latinoamericano a lo largo de su historia desde el siglo XV hasta finales del siglo XX.
Este texto cobró nueva vitalidad en su divulgación y ventas, luego que el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, le regalara una versión en inglés al Presidente de Estados Unidos, Barak Obama, en la pasada cumbre de Las Américas en Trinidad y Tobago. La versión en inglés, titulada “Open Veins of Latin America: Five Centuries of the Pillage of a Continent“, estaba en el puesto 520,295 hace tan solo dos semanas y se encuentra hoy el puesto 1 del ranking de ventas de Amazon.com, una de las librerías más populares en Internet.
El libro consta de dos partes: “La pobreza del hombre como resultado de la riqueza de la tierra” y “El desarrollo es un viaje con más náufragos que navegantes”. Además, también posee una Introducción (”Ciento veinte millones de niños en el centro de la tormenta”) y una especie de conclusión denominada “Siete años después”, escrita justamente siete años después de la primera edición del libro, en la cual Galeano hace notar que las cosas, lejos de mejorar, empeoran.
En “Las venas abiertas de América Latina” Eduardo Galeano habla acerca de cómo la protagonista de la historia, América Latina, ha estado perdiendo siempre, tanto económicamente como social y espiritualmente, desde la colonización hasta nuestros días. Además de que ésta ha estado siempre en desventaja, se afirma que aquella pérdida recae en aquellos países “capitalistas” y avaros que en cierta manera se apropian de casi toda la riqueza y dejan a los demás en la pobreza.
Durante todo el texto del escritor uruguayo se intentan hacer responsables de la pobreza latinoamericana también a mecanismos que el hombre ha utilizado para lograr la civilización que hoy conocemos; mecanismos, procesos, abstracciones que no tienen un habla propia, ni una intención ni cuerpos propios, sino que son resultados de las millones actuaciones humanas que están constantemente variando.
A todas estas acusaciones se le observan mezcladas todo tipo de relatos documentados acerca de cómo los indígenas fueron cruelmente explotados, abusados y despojados de su libertad, tratando de relacionar la coacción y el sufrimiento de éstos a los procesos mencionados por un lado y a los países ricos por otro.
Este es un libro que, para muchos, pretende causar malestar y consternación y que logra incitar la autocompasión y escándalo de la mayoría de los lectores. Para algunos será un panfleto, para otros un evangelio. Lo que no hay que desconocer, es que después de leído, no nos dejará indiferentes.
Una muestra de como está escrito, una mezcla de humor negro y denuncia, se evidencia en el primer párrafo del texto. Galeano habla acerca de cómo “la división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder (…) América Latina, fue precoz: se especializó en perder desde los remotos tiempos en que los europeos del Renacimiento se abalanzaron a través del mar y le hundieron los dientes en la garganta. Pasaron los siglos y América Latina perfeccionó sus funciones.
Se dice, eso yo no lo puedo asegurar ( no tenía edad para saberlo, ja, ja, ja, ), que este libro, fue objeto de persecuciones por la censura, y muchas veces justificó la desaparición de gente y se fue convirtiendo a fuerza de ser nombrado, en un inalcanzable objeto del deseo de quienes por mil causas no pudimos llegar hasta su contenido. Muchas cosas han ocurrido desde que fue escrito, y ahora después de treinta y tantos años, todas ellas continúan vigentes y resultan claras frente a lo expresado en él. También han ocurrido otras cosas que no estaban previstas, ya que el autor no es un profeta del futuro, sino un objetivo cronista de su época. Es sólo comparar lo que él relata, y que no se podía manifestar en esa época, con lo que pasa actualmente, y que tampoco podemos manifestar, y comenzaremos a vislumbrar donde se halla la verdad.
Ahí les dejo una pieza clave para entender porque nos pasa lo que nos pasa. A disfrutar pues. 
Un abrazo
Omar

Enlace para descargar el libro: 
http://www.galanet.eu/dossier/fichiers/las-venas-abiertas-de-america-latina-eduardo-galeano%281%29%281%29.pdf
 
Autor:
Eduardo Hughes Galeano (Montevideo, 3 de septiembre de 1940) es un periodista y escritor uruguayo, una de las personalidades más destacadas de la literatura latinoamericana.
Sus libros han sido traducidos a varios idiomas. Sus trabajos trascienden géneros ortodoxos, combinando documental, ficción, periodismo, análisis político e historia. Galeano niega ser un historiador: "Soy un escritor que quisiera contribuir al rescate de la memoria secuestrada de toda América, pero sobre todo de América Latina, tierra despreciada y entrañable". Se clasifica como un periodista que estudia la globalización y sus efectos.
Comenzó su carrera como periodista a principios de los años 1960 como editor de Marcha (1960-64), un semanario que, bajo la dirección de Carlos Quijano, ejerció fuerte influencia en el pensamiento uruguayo de la época y que contó con contribuciones tales como las de Mario Vargas Llosa, Mario Benedetti, Manuel Maldonado Denis y Roberto Fernández Retamar. Durante dos años editó el diario Época y trabajó como editor en jefe en la prensa universitaria.
En 1973 el golpe militar tomó el poder y, debido a su involucramiento con corrientes marxistas (MLN-T), Galeano fue capturado y luego forzado a escapar. Se estableció en Argentina, donde fundó la revista cultural Crisis. En 1976, cuando la dictadura de Jorge Rafael Videla tomó el poder en Argentina mediante un golpe militar, su nombre fue agregado a la lista de aquellos condenados por los escuadrones de la muerte, razón por la cual se vio obligado a huir nuevamente, esta vez a España, donde escribió su famosa trilogía Memoria del fuego. Entre sus obras tenemos: Las venas abiertas de Amrica latina, La canción de Nosotros, Espejos, Futbol a sol y sombra.
Eduardo Galeano reside desde 1985 -tras finalizar la dictadura uruguaya- en su Montevideo natal, donde sigue haciendo su literatura y su periodismo de marcado tinte político.